Significado de malaquita
La malaquita siempre ha sido un poderoso talismán para el ser humano. Incluso es una de las piedras semipreciosas más antiguas utilizadas, tanto como adorno como amuleto.
Colocado en el tocado de los faraones, les ayudaba en todas sus decisiones y les animaba a llevar un reinado justo. También en el antiguo Egipto, la malaquita era una de las principales piedras de poder, ayudando a los miembros de las clases altas a canalizar y ejercer su poder.
En Europa, la piedra verde con motivos voluptuosos también ha sido siempre una joya con un aura mágica, particularmente conectada con el mundo natural. Una leyenda de nuestra región dice que beber regularmente un elixir de malaquita permite comunicarse con los animales.
Virtudes espirituales de la malaquita
Piedra de fuerzas de regeneración, armonía y abundancia, la malaquita contiene numerosos beneficios de la litoterapia.
Conectada con el chakra del corazón, el centro de la compasión y el amor, la malaquita te ayudará a curar tus heridas y superar tus bloqueos internos. Ella será una valiosa aliada para comprender tus experiencias pasadas y te brindará toda la compasión que necesitas para superarlas. Con él saldrás regenerado de todas las experiencias que te han hecho daño.
Protectora y purificante, la malaquita repelerá todas las energías negativas circundantes, ayudándote a mantener el equilibrio.
Como cristal de renacimiento y curación, la malaquita ayudará a curar tus heridas internas y a fortalecer tu cuerpo. Úselo para ayudar a eliminar toxinas, pero también para garantizar una buena salud del corazón. Las gemas de malaquita también contribuyen a la curación de lesiones, a la buena salud de las articulaciones y a combatir enfermedades degenerativas como el Parkinson o el Alzheimer.
Desde el punto de vista espiritual, es una piedra de crecimiento, que ayuda a sanar e ir más allá de los propios patrones para evolucionar. Así como el árbol crece a pesar de las tormentas, el ser humano crece a pesar de las pruebas, e incluso sale fortalecido. Conteniendo en sí todas las riquezas de la Madre Naturaleza con su generoso verde, la malaquita también te guiará hacia las circunstancias propicias para tu enriquecimiento, tanto material como espiritual.
Recarga de malaquita
Para purificar y recargar una malaquita, sumerja su piedra o joyería en un recipiente con agua destilada o en una masa de agua natural, como un arroyo o río. Luego sécalo con un paño.
La malaquita también se recargará muy bien con el sol. Para ello, prefiera las primeras horas del día, cuando los rayos del sol son menos agresivos.
¡Gracias a la malaquita, conviértete en la versión más plena y vibrante de ti mismo!